Modelo GROW y TGROW: Principios del Coaching para Potenciar el Desarrollo Personal y Profesional

El coaching, en sus distintas vertientes, se ha consolidado como una disciplina esencial para el desarrollo humano, tanto en el plano personal como en el profesional. Cada vez más directivos, líderes y profesionales recurren a procesos de coaching para alcanzar sus objetivos, mejorar sus competencias y lograr un mayor rendimiento. Dentro de este contexto, los modelos estructurados resultan fundamentales para guiar las sesiones y ofrecer un marco claro que facilite el cambio y el crecimiento.

El modelo GROW, creado por Sir John Whitmore y sus colaboradores, es uno de los enfoques más utilizados en el coaching moderno por su simplicidad y eficacia. Su evolución natural dio origen al modelo TGROW, que agrega un paso previo clave: la definición del Topic o tema de la sesión, lo cual aporta aún más claridad al proceso.

Este artículo explora en detalle qué son el modelo GROW y TGROW, cómo aplicarlos en diferentes contextos de coaching, cuáles son sus beneficios, limitaciones y aportes al liderazgo contemporáneo. A lo largo de estas páginas, descubrirás por qué estos modelos se consideran pilares fundamentales de los principios del coaching y cómo pueden transformar la manera en la que personas y organizaciones gestionan el cambio.

Qué es el modelo GROW en coaching

El modelo GROW es uno de los más influyentes y extendidos en la práctica del coaching. Su nombre corresponde a un acrónimo de cuatro etapas: Goal (Objetivo), Reality (Realidad), Options (Opciones) y Will (Voluntad o Camino a seguir). Fue popularizado por Sir John Whitmore en los años 80, y desde entonces se ha convertido en la base de programas de coaching ejecutivo, liderazgo y desarrollo personal en todo el mundo.

El valor del GROW radica en su estructura clara y directa, que permite al coach y al coachee avanzar paso a paso en un proceso de exploración, reflexión y compromiso. En lugar de dar consejos, el coach utiliza preguntas poderosas y técnicas de escucha activa para que la persona encuentre sus propias respuestas.

Goal (Objetivo)

La primera etapa del modelo GROW consiste en definir un objetivo claro, específico y alcanzable. El coach ayuda al coachee a identificar qué desea lograr, ya sea en la sesión, en un periodo determinado o en su vida profesional o personal.

Un buen objetivo cumple con criterios de claridad y motivación. Aquí es útil conectar con metodologías como el método SMART (específico, medible, alcanzable, relevante y con plazo definido), de manera que el objetivo sea tangible y verificable.

Ejemplo: Un directivo puede establecer como meta “mejorar la comunicación con mi equipo para reducir los conflictos internos en un plazo de tres meses”.

Reality (Realidad)

Una vez establecido el objetivo, el siguiente paso es analizar la realidad actual del coachee. El coach fomenta una exploración honesta de la situación presente: qué recursos tiene, qué obstáculos enfrenta y cómo se percibe a sí mismo en ese momento.

Este análisis ayuda a identificar creencias limitantes, patrones de comportamiento y factores externos que influyen en el logro del objetivo. El objetivo aquí no es juzgar, sino tomar conciencia de la situación real.

Ejemplo: El directivo del caso anterior puede reconocer que suele evitar conversaciones difíciles, lo que provoca falta de claridad en su equipo.

Options (Opciones)

La tercera fase invita al coachee a explorar todas las opciones posibles para alcanzar su objetivo. El coach fomenta la creatividad y la generación de alternativas, sin descartar de entrada ninguna idea.

Se trata de abrir el panorama, considerar distintas rutas y evaluar los pros y contras de cada una. Este paso es fundamental para empoderar al coachee y evitar que se quede atrapado en una visión limitada de su situación.

Ejemplo: El directivo podría considerar entrenar habilidades de feedback, delegar responsabilidades de manera más clara o implementar reuniones semanales de alineación.

Will (Voluntad / Way Forward)

El último paso consiste en transformar las ideas en un plan de acción concreto. Aquí, el coachee define qué hará, cuándo lo hará y cómo se comprometerá a dar seguimiento a sus avances.

Este punto es clave porque convierte la reflexión en acción. El coach puede reforzar la motivación preguntando: “¿Qué estás dispuesto a hacer hoy para avanzar hacia tu meta?” o “¿Cómo sabrás que has progresado?”.

Ejemplo: El directivo se compromete a establecer reuniones de retroalimentación cada quince días y llevar un registro de los acuerdos alcanzados.

Qué es el modelo TGROW

El modelo TGROW surge como una evolución del GROW. Su diferencia principal radica en que incorpora una etapa inicial denominada Topic (Tema). Esta adición busca clarificar desde el inicio cuál es el asunto central de la sesión antes de establecer metas más específicas.

Mientras que el modelo GROW puede aplicarse a objetivos amplios de mediano o largo plazo, el TGROW es especialmente útil en sesiones individuales de coaching donde se busca trabajar un tema puntual.

Topic (Tema)

El paso de Topic permite al coachee y al coach alinear expectativas sobre el enfoque de la conversación. El tema es más amplio que un objetivo, y funciona como punto de partida.

Ejemplo: Un coachee puede traer como tema general “mejorar mi equilibrio entre trabajo y vida personal”. A partir de ahí, se delimita un objetivo específico para la sesión: “identificar tres cambios prácticos en mi rutina semanal para dedicar más tiempo a mi familia”.

De este modo, el modelo TGROW evita malentendidos y facilita que las metas sean pertinentes al contexto de la sesión.

Diferencias entre GROW y TGROW

Aunque ambos modelos comparten la misma esencia, existen diferencias clave:

  • Estructura: TGROW añade el paso inicial de Topic, que no está presente en GROW.
  • Enfoque: GROW es más general y sirve para procesos de coaching a mediano y largo plazo; TGROW es más específico para sesiones puntuales.
  • Claridad: TGROW aporta mayor precisión inicial, lo que ayuda a que el objetivo sea más relevante para la situación.
  • Flexibilidad: Ambos pueden adaptarse a contextos distintos, desde coaching individual hasta coaching ejecutivo o de equipos.

En síntesis, GROW es una excelente base para estructurar procesos, mientras que TGROW añade un nivel de enfoque que mejora la calidad de las sesiones en las que el tiempo es limitado.

Beneficios de aplicar el modelo GROW y TGROW en coaching

Los modelos GROW y TGROW aportan beneficios significativos:

  • Claridad y enfoque: guían la conversación de manera ordenada.
  • Responsabilidad del coachee: la persona asume el control de su proceso.
  • Estimulación del pensamiento crítico: se fomenta la reflexión profunda.
  • Versatilidad: pueden aplicarse en coaching personal, ejecutivo, deportivo y organizacional.
  • Resultados medibles: permiten evaluar avances y logros de manera objetiva.

Estos beneficios hacen que ambos modelos sean ideales no solo para coaches certificados, sino también para líderes y gerentes que buscan aplicar principios del coaching en sus equipos.

Ejemplos prácticos de aplicación

  • Coaching individual: una persona que busca mejorar su confianza en presentaciones aplica GROW para identificar su meta, analizar su realidad, explorar opciones (como cursos de oratoria o práctica frente a colegas) y comprometerse con un plan de acción.
  • Coaching de equipos: un equipo que enfrenta falta de coordinación utiliza TGROW en una sesión, comenzando con el tema “mejorar la colaboración” y estableciendo objetivos claros para definir responsabilidades y flujos de comunicación.
  • Coaching organizacional: una empresa en proceso de transformación digital puede usar GROW como marco para acompañar a líderes en el establecimiento de metas de adopción tecnológica y superación de resistencias internas.

Principios de coaching que sustentan GROW y TGROW

Estos modelos están fundamentados en principios básicos del coaching:

  • Escucha activa: comprender profundamente al coachee sin juicios.
  • Preguntas poderosas: guiar la reflexión mediante interrogantes abiertas.
  • Autoconciencia: ayudar a la persona a reconocer sus patrones y fortalezas.
  • Responsabilidad: fomentar el compromiso con las decisiones tomadas.
  • Acción consciente: transformar la reflexión en pasos concretos hacia la meta.

Críticas y limitaciones de GROW y TGROW

Aunque efectivos, estos modelos no están exentos de críticas:

  • Rigidez: aplicarlos de manera mecánica puede restar fluidez a la sesión.
  • Simplificación: algunos procesos requieren mayor profundidad de análisis.
  • Dependencia del coach: su efectividad depende de la habilidad del coach para hacer preguntas poderosas y escuchar activamente.

Por ello, se recomienda ver GROW y TGROW como guías flexibles y no como estructuras rígidas.

Cómo integrar GROW y TGROW en la práctica profesional

Los modelos pueden integrarse de distintas maneras:

  • Herramientas digitales: plataformas de coaching online permiten registrar objetivos, opciones y planes de acción.
  • Metodologías ágiles: en equipos que trabajan con Scrum o Kanban, el modelo puede servir para definir metas claras en retrospectivas o revisiones.
  • Formación de líderes: entrenar a los líderes en GROW/TGROW los convierte en facilitadores del desarrollo de sus equipos.

De este modo, los modelos trascienden las sesiones de coaching y se convierten en recursos prácticos para cualquier profesional que busque potenciar el crecimiento de otros.

Preguntas Frecuentes

¿Cuál es la principal diferencia entre GROW y TGROW?

La diferencia está en la primera etapa: TGROW añade el paso Topic para clarificar el tema de la sesión antes de definir objetivos, lo que le da mayor precisión en contextos puntuales.

¿Qué significa cada fase del modelo GROW?

Goal (objetivo), Reality (realidad), Options (opciones) y Will (voluntad o plan de acción). Cada fase guía al coachee en un proceso estructurado de reflexión y acción.

¿En qué contextos se aplica mejor TGROW?

Se recomienda en sesiones individuales de coaching donde se busca trabajar un tema puntual y aprovechar mejor el tiempo de conversación.

¿Es GROW un modelo solo para coaches profesionales?

No. Aunque es ampliamente utilizado por coaches, también es una herramienta muy útil para líderes, gerentes y profesionales que buscan guiar conversaciones de desarrollo en sus equipos.

¿Qué relación tienen estos modelos con otros marcos de coaching?

Son complementarios. Pueden integrarse con metodologías como el método SMART, el feedback 360º, o incluso enfoques de liderazgo situacional, potenciando su efectividad.

Conclusión

El modelo GROW y TGROW representan dos de las estructuras más influyentes en el mundo del coaching moderno. Su simplicidad, claridad y capacidad para guiar conversaciones efectivas los convierten en herramientas imprescindibles para coaches, líderes y profesionales.

Más allá de sus diferencias, ambos modelos se fundamentan en principios universales del coaching: escuchar activamente, hacer preguntas poderosas, generar autoconciencia y traducir reflexiones en acción. Ya sea para trabajar metas personales, acompañar procesos de liderazgo o impulsar cambios organizacionales, el GROW y TGROW ofrecen un mapa confiable que orienta a las personas hacia sus propios logros.

Integrarlos en la práctica diaria no solo potencia el desarrollo individual, sino que también fortalece equipos, organizaciones y comunidades enteras. En un mundo donde la adaptabilidad y el crecimiento continuo son claves, el modelo GROW y TGROW se erigen como aliados indispensables para alcanzar metas con propósito y sostenibilidad.

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