En el mundo del coaching transformacional, existen ciertas distinciones lingüísticas y conceptuales que marcan la diferencia entre vivir una vida limitada por creencias y emociones o construir una existencia plena basada en la responsabilidad y la acción. Una de las más poderosas es la que se establece entre victimización vs protagonismo. Esta diferencia no es un mero juego de palabras; es un cambio radical de perspectiva que transforma la manera en que enfrentamos los desafíos, tomamos decisiones y diseñamos nuestro futuro.
La victimización es un estado en el que el individuo se percibe como objeto pasivo de las circunstancias. Se instala en la queja, en la resignación y en la falta de poder. Por otro lado, el protagonismo invita a tomar las riendas de la vida, a asumir la responsabilidad personal y a reconocer que siempre tenemos capacidad de elección, incluso en medio de contextos difíciles.
En este artículo exploraremos a fondo esta distinción, no solo desde un punto de vista teórico, sino también práctico. Veremos cómo reconocer cuándo estamos actuando desde la victimización, cómo dar el paso hacia el protagonismo y qué beneficios concretos trae consigo este cambio de paradigma. Además, abordaremos ejemplos en el ámbito personal, laboral y organizacional, para comprender la importancia de esta distinción en la vida cotidiana y en el liderazgo moderno.
¿Qué significa victimización en el coaching?
En coaching, el concepto de victimización describe un estado emocional y cognitivo en el que la persona se percibe a sí misma como incapaz de cambiar su situación. Este estado no necesariamente implica ser víctima real de un hecho externo, sino más bien instalarse en un rol aprendido y repetido, donde predomina la sensación de impotencia.
Quien se victimiza suele enfocarse en lo que no funciona, en lo que otros le han hecho o en las condiciones externas que le impiden avanzar. Desde esta mirada, la vida se convierte en una sucesión de obstáculos insuperables. Esto genera frustración, resentimiento y, en muchos casos, dependencia emocional.
En coaching, identificar este estado es fundamental, ya que constituye un punto de partida para el cambio. Al observarlo, el coachee puede comenzar a cuestionar las historias que se cuenta y abrir la posibilidad de adoptar una perspectiva diferente.
Lenguaje de la víctima
El lenguaje revela el estado de victimización. Frases como:
- “No tengo opción.”
- “Siempre me pasa lo mismo.”
- “No es mi culpa, es culpa de los demás.”
- “La vida es injusta conmigo.”
Estas expresiones refuerzan la idea de que la persona no tiene control ni capacidad de acción. En coaching, se trabaja para que el coachee identifique estas narrativas y las reemplace por un lenguaje que le devuelva poder y responsabilidad.
Impacto de la victimización en equipos y organizaciones
La victimización no solo afecta al individuo, también contamina a los equipos. Cuando en una organización predomina este enfoque:
- Se genera una cultura de excusas y culpas.
- La innovación se estanca porque nadie asume riesgos.
- Los líderes pierden credibilidad y autoridad.
- Los resultados se ven comprometidos por la falta de compromiso.
Por eso, los coaches que trabajan con equipos buscan erradicar este patrón colectivo, reemplazándolo por un lenguaje de responsabilidad y colaboración.
¿Qué significa protagonismo en el coaching?
El protagonismo es la actitud opuesta a la victimización. Implica reconocer que, aunque no siempre podemos controlar lo que sucede a nuestro alrededor, sí tenemos la capacidad de decidir cómo responder. Un protagonista no niega las dificultades, pero elige enfrentarlas desde la responsabilidad personal y el empoderamiento.
En coaching, protagonizar la vida significa pasar del “esto me pasa” al “yo elijo cómo vivirlo”. Esta distinción abre la puerta a la acción, a la creatividad y al diseño consciente de la vida.
Lenguaje del protagonista
El protagonista utiliza un lenguaje de elección y posibilidad:
- “Esto es lo que pasó, y yo decido cómo responder.”
- “Me hago responsable de lo que me toca.”
- “No siempre elijo lo que ocurre, pero sí elijo qué hacer con ello.”
- “Estoy aprendiendo de esta experiencia.”
Este tipo de expresiones abre caminos en lugar de cerrarlos, y permite generar nuevas oportunidades.
Protagonismo en contextos de liderazgo
En el liderazgo, el protagonismo es una cualidad esencial. Los líderes protagonistas no se escudan en excusas ni culpan al entorno. Por el contrario, se enfocan en movilizar recursos, inspirar a sus equipos y crear posibilidades incluso en medio de la incertidumbre.
Un líder protagonista es aquel que asume la crisis como un reto de aprendizaje, que se responsabiliza por los errores y que inspira confianza porque no se instala en la queja, sino en la acción.
Victimización vs Protagonismo: la distinción central
La distinción entre victimización vs protagonismo es clara:
- El primero se centra en lo que falta, en lo que otros hacen o en lo que no se puede cambiar.
- El segundo se enfoca en lo que sí depende de uno mismo, en las elecciones y en la capacidad de acción.
En la vida cotidiana, esta diferencia se observa en detalles simples:
- Una persona atrapada en el tráfico puede quejarse durante horas (victimización) o aprovechar ese tiempo para escuchar un audiolibro (protagonismo).
- Ante una crisis laboral, alguien puede culpar a la empresa y al mercado (victimización), o bien, decidir aprender nuevas habilidades y reinventarse (protagonismo).
Ejercicios de coaching para distinguir victimización y protagonismo
Algunas prácticas que se utilizan en sesiones de coaching son:
- Preguntas poderosas: ¿Qué parte de esta situación depende de ti? ¿Qué podrías hacer diferente? ¿Qué aprendizaje te deja este evento?
- Revisión del lenguaje: registrar durante una semana las frases que uno repite y clasificarlas entre victimización y protagonismo.
- Cambio de perspectiva: narrar la misma situación desde el rol de víctima y luego desde el de protagonista.
Cómo pasar de la victimización al protagonismo
La transición no ocurre de la noche a la mañana. Requiere conciencia, práctica y acompañamiento.
Estrategias prácticas en coaching transformacional
- Identificar las narrativas limitantes: reconocer los pensamientos y frases que nos colocan en rol de víctima.
- Asumir responsabilidad: comprender que responsabilidad no es culpa, sino la capacidad de responder.
- Elegir conscientemente: decidir cómo actuar frente a lo que ocurre, en lugar de reaccionar automáticamente.
Herramientas de coaching para fortalecer el protagonismo
- Reestructuración lingüística: transformar frases limitantes en declaraciones de responsabilidad.
- Diario de responsabilidad: escribir diariamente una acción en la que se asumió protagonismo.
- Compromisos conscientes: declarar públicamente acciones específicas y cumplirlas, generando credibilidad.
Victimización vs Protagonismo en la vida cotidiana
La distinción no es teórica, se manifiesta en todo momento:
- En las relaciones personales: la victimización genera dependencia, reproches y conflictos; el protagonismo fomenta diálogo, acuerdos y soluciones conjuntas.
- En el trabajo: la victimización alimenta la procrastinación y el desánimo; el protagonismo potencia la productividad y la innovación.
- En procesos de cambio: la victimización bloquea el aprendizaje; el protagonismo abre la puerta a la resiliencia y la evolución personal.
Beneficios de vivir en el protagonismo
Adoptar una mentalidad protagonista trae consigo grandes ventajas:
- Mayor autoconfianza: se fortalece la seguridad en la propia capacidad de acción.
- Resiliencia: se afrontan las crisis con más recursos internos.
- Mejora en la toma de decisiones: al dejar de culpar a otros, se gana claridad para elegir.
- Liderazgo efectivo: se inspira a los demás desde el ejemplo y la coherencia.
- Bienestar emocional: la queja constante se transforma en gratitud y acción.
Preguntas frecuentes
Es un estado mental en el que la persona se percibe como incapaz de influir en su vida. Se detecta a través del lenguaje de queja, excusas y falta de responsabilidad.
La culpa busca un culpable, mientras que la responsabilidad se enfoca en lo que uno puede hacer para transformar la situación.
Si tu lenguaje se centra en lo que otros hacen, en la injusticia o en la falta de opciones, probablemente estás en rol de víctima.
Preguntas poderosas, reestructuración lingüística, diarios de responsabilidad y compromisos conscientes son herramientas muy efectivas.
Un líder protagonista genera confianza, inspira acción y promueve innovación, mientras que un líder victimizado transmite desánimo y bloquea el crecimiento organizacional.
Conclusión
La distinción victimización vs protagonismo es uno de los pilares del coaching transformacional. Adoptar el protagonismo no significa negar las dificultades, sino asumir la responsabilidad sobre la manera en que las enfrentamos. Significa reconocer que siempre hay un espacio de elección, que podemos ser los autores de nuestra vida en lugar de meros espectadores.
Cuando un individuo, un equipo o una organización abrazan esta distinción, se abre la puerta a un futuro más consciente, más creativo y más poderoso. En definitiva, pasar de la victimización al protagonismo es pasar de sobrevivir a vivir con plenitud.